Chalco, Méx.— Una explosión seguida de un incendio en una casa ubicada en la colonia San Sebastián, en este municipio del Estado de México, dejó al descubierto un presunto laboratorio clandestino dedicado a la elaboración de sustancias ilícitas. El incidente, aparentemente provocado por acumulación de gas, movilizó a cuerpos de seguridad y emergencia, quienes descubrieron en el lugar una operación presuntamente relacionada con el crimen organizado.

El siniestro fue reportado en la calle Primera de Independencia, donde elementos de la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM), que realizaban patrullajes como parte de las acciones para la Construcción de la Paz, detectaron llamas y humo saliendo del inmueble. De inmediato se solicitó el apoyo de bomberos municipales para controlar el fuego.

Una vez extinguido el incendio, los uniformados ingresaron a la vivienda y localizaron equipo y materiales utilizados comúnmente para la fabricación de drogas sintéticas. Entre los artículos encontrados destacan cuatro bultos de sosa cáustica, hornos industriales, utensilios de cocina, mascarillas antigás, así como alrededor de 100 kilogramos de una sustancia sólida y pulverulenta con características similares a la metanfetamina, conocida como “cristal”.

Durante la inspección fue detenido Jorge “N”, de 34 años, quien se encontraba dentro del domicilio y fue puesto a disposición por su probable responsabilidad en delitos contra la salud. Información preliminar lo vincula con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), grupo delictivo liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”.

El sitio fue asegurado por fuerzas estatales y se solicitó la intervención de personal pericial tanto de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México como de la Fiscalía General de la República, que ya integran la carpeta de investigación correspondiente.

De acuerdo con testimonios vecinales, en las semanas previas al incidente se percibían olores fuertes y actividad inusual en el domicilio, aunque nunca imaginaron que se trataba de un posible centro de operaciones del narcomenudeo.

“El olor a químicos era persistente, especialmente por las noches, pero nadie imaginó que detrás de esas paredes se fabricaban drogas”, relató un residente de la zona.

Este hallazgo refuerza las versiones que apuntan a que el Estado de México se ha convertido en una zona estratégica para el almacenamiento y manufactura de estupefacientes, operados por células del narcotráfico con presencia nacional.

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