La organización El Poder del Consumidor señala altos niveles de sodio y calorías, así como ingredientes perjudiciales para la salud en este producto ampliamente distribuido en México.

La asociación civil El Poder del Consumidor (EPC) ha lanzado una advertencia sobre las galletas Saladitas de la marca Gamesa, al identificar en su composición un aditivo químico asociado a riesgos cancerígenos, además de un contenido elevado de sodio y calorías, que excede los parámetros establecidos por las autoridades sanitarias mexicanas.

A través de su análisis nutrimental, también denominado “radiografía del producto”, la organización exhortó a la ciudadanía a limitar el consumo de este alimento procesado, que es común en la dieta diaria de muchas familias mexicanas.

De acuerdo con el estudio, una porción individual compuesta por seis galletas (equivalente a 12 gramos) aporta 49 calorías y 184 miligramos de sodio. Aunque estos valores pueden parecer bajos en cantidades reducidas, al proyectarlos a 100 gramos se revelan cifras alarmantes: 409 calorías y 1,529 miligramos de sodio. Esto sobrepasa con creces los límites estipulados por la Norma Oficial Mexicana NOM-051, que establece un máximo de 275 calorías y 350 miligramos de sodio por cada 100 gramos.

Entre los ingredientes que más preocupan a la organización se encuentra el antioxidante tert-butilhidroquinona (TBHQ), aditivo relacionado con posibles efectos carcinogénicos. Asimismo, se incluye jarabe de maíz de alta fructosa —un edulcorante vinculado a enfermedades metabólicas— así como harinas refinadas, grasas vegetales procesadas y saborizantes artificiales.

El empaque de las galletas Saladitas Gamesa porta los sellos de advertencia “Exceso de Calorías” y “Exceso de Sodio”, conforme lo exige la NOM-051. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de un solo paquete de seis galletas representa el 9.2% del límite diario de sodio recomendado para adultos, y hasta el 12.6% en el caso de menores de edad.

El Poder del Consumidor ha insistido en que el consumo frecuente de alimentos ultraprocesados como este contribuye significativamente al incremento de enfermedades crónicas no transmisibles, entre ellas la hipertensión arterial, la diabetes tipo 2 y la obesidad. La organización también destacó que la accesibilidad y presencia constante de estos productos en escuelas, oficinas y hogares agravan su impacto sobre la salud pública.

Este llamado busca generar mayor conciencia en los consumidores y promover decisiones alimentarias informadas, así como exigir a la industria alimentaria mayor responsabilidad en la formulación y etiquetado de sus productos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *